No soy nadie para pasar desapercibido, Lady Gaga causó una tormenta cuando tocó en Berlín en lo que sólo puede describirse como un conjunto de cuadros rosa con volados.
El fabricante golpe de teléfono brilló mucho muslo como saludó hordas de fans en uno de sus habituales conjuntos extravagantes, llevaba una peluca rubia mucho tiempo y un par de aviadores para proteger sus ojos de las cámaras intermitentes.
Fue una mirada fuerte para la estrella, que sin duda destacó entre la multitud como hizo su camino a través de la seguridad, evidentemente de muy buen humor como posó con sus pequeños monstruos.
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